martes, 15 de diciembre de 2009

Roger Ebert: "La Princesa y el Sapo", Disney aun conserva la formula

Las escenas iniciales de La Princesa y el Sapo son como un baño fresco después de un día caluroso. Así era la animación clásica hace mucho tiempo. Sin 3D y mejor aun sin lentes. Sin un cargo extra en el boleto ni secuencias de acción sin sentido. Con una historia. Con personajes. Con una buena trama. Basada en alguna época, en algún lugar del espacio. A partir de este momento voy a relajarme y dejar que esta adorable animación me recorra.

La película, que es dulce y entretenida, es una demostración de que el estudio de Walt Disney aun sabe como hacer una película, en una época en que la animación es como comida rápida después de recordar el sazón de mamá. La historia se centra en la ciudad mas picante de Estados Unidos, poco después de la Primera Guerra Mundial. Ahí vive Tiana, una chica negra que sueña con abrir el restaurante que su padre nunca logro. Todo esto nos es mostrado con animación envolvente y diálogos interesantes, aunque la ausencia de un par de canciones inmortales es algo notoria, pero seguro muchos no lo notaran y se sumergirán en las siete que tiene la película. Los personajes son muy carismáticos, el Príncipe Naveen de Maldonia, el perverso Doctor Facilier, Louis el cocodrilo y Ray, que llena el espacio de Pepe Grillo. Todos los personajes importantes son negros (con excepción de los LaBouff, Naveen y Lawrence), y Disney pasa por alto las diferencias raciales que aun se vivían en los 20's en Estados Unidos. Aun así la formula funciona.

La Princesa y el Sapo nos trae recuerdos de una Epoca de Oro que tal vez le quedaría un poco grande, como ya dije, pero tiene espíritu y vuela por los cielos, y hará que chicos y grandes la disfruten sin atacarlos visualmente. El estudio Disney definitivamente aun conserva la formula.

Calificación RE: 8 (Buena, ve a verla)


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