La ultima vez que oimos de animacion tradicional en los estudios Disney, nos ofrecieron un cuento de granja "Vacas Vaqueras". El clásico del 2004 fue tan olvidable que Disney anuncio que ya no haria películas animadas en tecnica tradicional, la misma que los habia hecho famosos alrededor del mundo. Afortunadamente, el espíritu de Walt Disney sigue vivo, el estudio ha vuelto a sus raíces y Disney nos ofrece "La Princesa y el Sapo".
La Princesa y el Sapo no es la segunda venida de La Bella y La Bestia, o El Rey Leon. Es satisfactoria, y a la vez hecha a la antigua, sin intentar ser el nuevo compendio de cultura pop, un concepto muy gastado en esta decada. Adaptando el cuento de los Hermanos Grimm "El Principe Sapo", John Musker y Ron Clements nos ofrecen un excelente gumbo de diálogos inteligentes, simpáticos personajes y brillantes imágenes, condimentado con el peligro que representa la brujería vudú. Las canciones, de la factoría de Randy Newman, son muy buenas y complementan perfectamente la acción y el humor que para los padres e hijos suplirán la historia de amor que mantiene en vilo a madres e hijas por hora y media. Algunas de las secuencias animadas son muy psicodelicas, tal vez influidas por el estilo de Hayao Miyazaki, de quien los estudios Disney se han apropiado mediante la distribución de sus películas. Como regularmente sucede en Hollywood, las viejas modas regresan.
A su favor, Tiana se une al elenco de princesas étnicamente diversas-Jazmin, Pocahontas, Mulan- que muestran como los tiempos han cambiado. Hace siete decadas la imagen de princesa estaba estancada en la imagen de la palida Blancanieves. La Princesa y el Sapo es apta para todo publico, y por fin, una película con corazón.
Calificación SFC: 9 (Muy Buena, tienes que verla)
Traducido y adaptado por Isma de Maldonia
La Princesa y el Sapo no es la segunda venida de La Bella y La Bestia, o El Rey Leon. Es satisfactoria, y a la vez hecha a la antigua, sin intentar ser el nuevo compendio de cultura pop, un concepto muy gastado en esta decada. Adaptando el cuento de los Hermanos Grimm "El Principe Sapo", John Musker y Ron Clements nos ofrecen un excelente gumbo de diálogos inteligentes, simpáticos personajes y brillantes imágenes, condimentado con el peligro que representa la brujería vudú. Las canciones, de la factoría de Randy Newman, son muy buenas y complementan perfectamente la acción y el humor que para los padres e hijos suplirán la historia de amor que mantiene en vilo a madres e hijas por hora y media. Algunas de las secuencias animadas son muy psicodelicas, tal vez influidas por el estilo de Hayao Miyazaki, de quien los estudios Disney se han apropiado mediante la distribución de sus películas. Como regularmente sucede en Hollywood, las viejas modas regresan.
A su favor, Tiana se une al elenco de princesas étnicamente diversas-Jazmin, Pocahontas, Mulan- que muestran como los tiempos han cambiado. Hace siete decadas la imagen de princesa estaba estancada en la imagen de la palida Blancanieves. La Princesa y el Sapo es apta para todo publico, y por fin, una película con corazón.
Calificación SFC: 9 (Muy Buena, tienes que verla)
Traducido y adaptado por Isma de Maldonia
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